nuestra historia
Como todo gran descubrimiento comenzó por casualidad. Durante un viaje a Egipto las paredes del templo de Edfu nos revelaron las fórmulas cosméticas que guardaban sus jeroglíficos. Nos maravillaron de tal modo que decidimos centrarnos en su estudio.
Transcurrieron tres años más de estudio, tratamos de aprender jeroglífico, de acceder a papiros, conocimos las fórmulas de la reina Nefertari, de la grandiosa Cleopatra VII...
Cuando volvimos a Egipto encontramos la piedra angular. La momia de Seti I, su piel permanecía perfecta, como si el tiempo se hubiera detenido. Ese día nuestra vida cambió, debíamos recuperar aquellas fórmulas y fusionarlas con la modernidad.
NUESTRO SUEÑO
Imagina una sala con dermatólogas, farmaceúticas, cosmólogas, cirujanos plásticos, químicos, arqueólogos, egiptólogas, historiadores. Se miran, intrigados.
Delante de ellos un papiro y un Ipad. Una voz, les habla desde la oscuridad. Deben fusionar el contenido de ambos.
Los estudiosos de la ciencia moderna se lanzan a por el Ipad, los de las ciencias antiguas se funden en el papiro. Durante minutos, horas, cada uno analiza su parte, ignora la contraria. La mente humana siempre analiza desde lo que conoce, se siente segura, olvida lo demás.
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La voz habla de nuevo. No saldrán de la sala hasta que comprendan que su verdad no es la única. Como en un baile de instituto, se acercan tímidamente.
En el Ipad se exhibe un listado de los últimos estudios cosméticos: Hydranov, ácido hialurónico, actifolato, vitamina E, DDS-ferulic… En el papiro los jeroglíficos revelan varias fórmulas cosméticas. Entre ellas las empleadas por las grandes reinas, Nefertari, Nefertiti, Cleopatra… Aparecen plantas y flores, sus proporciones…
Quizá quieran que las combinemos, las fórmulas egipcias son la base de la cosmética moderna. Dice al fin una de las dermatólogas. Cogeremos lo mejor de ambos mundos, el resultado puede ser revolucionario, magia egipcia y ciencia moderna cogidas de la mano.
ESE SUEÑO, AHORA, ES REALIDAD.
Jeroglíficos y renovación celular
Para diseñar nuestro packaging hemos fusionado la estética de los jeroglíficos del antiguo Egipto con las células que forman las diferentes capas de la piel.
Hemos combinado este inconfundible sistema de escritura con el proceso de regeneración celular que potencian nuestros productos cosméticos.
NUESTRO LOGOTIPO
Nuestro símbolo se inspira en Bennu: el ave Fénix del Antiguo Egipto que representaba la creación y la renovación. Nacía de nuevo todos los días, como el sol.
En Nermis trabajamos para detener el tiempo, desarrollando fórmulas cosméticas que potencian la renovación celular. Por esa razón, nos sentimos muy identificados con la mitológica garza real.
